lunes, 28 de abril de 2014

Daneler Rei

Dan miró el reloj otra vez. Iban a dar las doce. Cerró los ojos, con un nudo en la garganta, para no salir corriendo de la estación. Apretó fuerte la bolsa contra su pecho, y agarró entre las sudorosas manos el billete.
El panel de salida indicaba que pronto podría emprender su vuelo. Pero sentía que las alas que crecían le destrozaban la espalda.
Miraba constantemente la puerta. Quería correr, volver atrás. El miedo era un grito hundiéndose en lo más profundo de su estómago. Un monstruo que intentaba abrirle las tripas para asomar la cabeza.
No esperaba a nadie, pero aún así no quitaba el ojo de la salida. No dejaba a nadie atrás. No había nada que dejar atrás. Pero... conocía esa ciudad, conocía lo que había allí. ¿A dónde iba?
Temblaba tanto que el niño que tenía al lado le dio la mano a su madre, preocupado.
Dan le sonrió, pero no fue una sonrisa feliz. Quería llorar.
Apretó el billete entre las manos hasta hacerse daño. Solo tenía que dar el último paso, cruzar el límite. Ir al único lugar que quedaba para ella, donde nada podría encontrarla. Aunque otro impulso la empujaba a salir corriendo de la estación y volver a su conocido mundo de nadas.
El corazón le latía a mil por hora ante lo desconocido. Los ojos se le nublaron al mirar de nuevo el panel de salidas, por las lágrimas que habían logrado inundar sus ojos, transformándolos en  cristal.
Bajó la vista a su escuchimizado cuerpo. Estudió atentamente sus viejas botas militares y las escondió bajo el asiento, avergonzada.
Sentía que tiritaba de frío, tenía la espalda erizada como un animal alerta, que espera ser atacado en cualquier momento. Debía estar muy pálida, sus miradas seguramente parecieran súplicas de auxilio, porque la gente que pasaba la miraba con pena.
Solo necesitaba... ¿qué? ¿qué necesitaba? Daneler Rei, ¿qué estás haciendo?
No podía elegir. Tenía que irse. Se marchaba al lugar que la llevaba llamando tanto tiempo. De alguna forma, iba por fin a casa. Era su destino, el único, el mejor.
El destierro es un buen final para un maldito. No lloraría ahora. No ahora.
Las pocas personas que habían elegido su vuelo se fueron acercando a la puerta de embarque.
Un escalofrío le recorrió la espalda. No estaba segura de tener la suficiente fuerza para levantarse. No creía poder dar un solo paso. Su propia debilidad la desalentó. ¿Solo era una pobre culebrilla asustadiza, de verdad?
Y, como siempre en esos casos, se concentró en respirar y tranquilizarse, pensando en sus ojos. Unos ojos que la contemplaban con cariño, con amor, con confianza. Unos ojos.
Se levantó, por fin, y se limpió con el billete la lágrima que caía por su mejilla. Sus piernas temblaron peligrosamente, amenazándola con tirarla al suelo.
Dio la espalda a la salida y caminó lentamente, como un cervatillo recién nacido, frágil y asustado, hasta el lugar donde se encontraban los demás.
Le pareció reconocer aquellos ojos en todas las miradas, sintió que se duplicaban por momentos. No es así. No es así. Se frotó fuertemente los párpados. Vuelve. A la realidad. Vuelve.
Oyó de lejos la llamada por los altavoces. La puerta de embarque se abrió.
El corazón se le iba a salir por la boca en cualquier momento, los labios le vibraban con cada arcada.
- ¿El perro va con usted?- le preguntó la azafata cuando cogió su billete, casi arrancándoselo de la mano.
Daneler sintió un jarro de agua fría encima. Una bofetada. Lo real. Como si despertase de una pesadilla. Dirigió la vista al suelo, justo a su derecha, donde la mujer le señalaba. Asintió como por inercia.
- Tiene que meterlo en una de las jaulas especiales...- siguió diciendo la mujer.
Dan levantó el cachorro que jugaba entre sus botas de las blanquísimas baldosas del suelo. La pobre bola negra resbalaba en cada paso que intentaba dar, agarrándose con los dientes a sus cordones. Otro perdido más. Otro sinsentido. ¿Qué más daba ya?
- No sabía, lo siento, es tan pequeño...- buscó esas jaulas con la mirada perdida. Debía tener fiebre. No sabía lo que hacía.
- Da igual, no le da tiempo. Puede llevarlo en su bolsa.
Dan, temblando, se agachó para abrir la cremallera. Sudaba tanto que apenas conseguía sostenerla entre los dedos. Dejó que el perro se deslizase dentro con la suavidad de una pluma y volvió a ponerse en pie.
La azafata le devolvió su billete y le indicó algo así como que ya podía embarcar.
Echó otra mirada atrás, sin recordar ya el lugar donde se encontraba la puerta de salida. Como si esperase algo.
Mientras el panel de salida cambiaba, una vez avisada la partida en letras grandes, Daneler atravesó la puerta, diciendo adiós al mundo.
Sus ojos ya no verían más, pero su mente dibujaba el hogar. La tierra que solo acoge a los que el fuego ya no quema. El lugar donde se pierde el recuerdo, para aceptar que el sueño ya pasó. El territorio del descanso eterno, donde se vive la muerte por morir en vida. La Última Frontera.








martes, 11 de marzo de 2014

Todo y nada

Dueño de la nada, 
ni recoges, ni barres; 
ni miras, ni tiras; 
siempre tan cobarde.
Cuida mi cadáver,
recuerda mis ojos
al no despertarse.

Tú, que ahora vives
bebiendo mi sangre,
sangre de mis costras,
sangre de mi sangre.
Tú, aunque no lo sabes,
respiras suspiros
que dejo en el aire.

A ti, dios del alquitrán; 
 hermano de Hades,
 hijo de Don Juan,
y diente de sable
que en el Tártaro ardes,
en la postrera puerta
ofrezco mis despojos.
Son todo y nada míos,
son nada y tuyos todos.

lunes, 10 de marzo de 2014

A veces, paro el tiempo.

A veces, paro el tiempo. 

Cada vez que siento esperanza me pego un tiro. Y vuelvo a levantarme del suelo, con las uñas rotas, la piel quemada nuevas heridas encima de las costras de las anteriores. 

Me busco, y no me encuentro. 

Solo hay una niña, llorando a moco tendido, buscando una manzana en un desierto. Cuando llega la noche, se esconde, aunque sabe que está sola. Se mete la manga del jersey en la boca para que no se oiga, y grita. 

Tanto dolor en la cabeza.

Los gusanos me comen por dentro. La cara, hecha una máscara de lágrimas, gira despacio. Até todos los hilos para hacer una soga, y me ahorqué. 

sábado, 1 de marzo de 2014

Las flores amarillas

Dicen que el color amarillo siempre trae mala suerte. Yo no lo sé, porque nunca he tenido suerte de ninguna clase.  A mí lo que me pasó, es que mi curiosidad me llevó a separarme del resto, a seguir un camino de baldosas amarillas. Caminé, caminé hasta el final, y cuando ya no era posible la vuelta atrás, me di cuenta de que mi piel, mi propia piel, se había teñido y era amarilla. 
El enfado solo duro unos segundos, comparado con el tiempo que estuve triste, mirando al mar, sin atender a otra cosa. Busqué un buen lugar en el precipicio para sentarme y esperar a que se me pasara la melancolía. Pero ni las olas más altas podían limpiarme. 
Hay gente que piensa que todos tenemos un destino, un camino de baldosas amarillas. Yo solo creo que, como a los cuervos, me fascinó el brillo del puto color y desvié mi rumbo. No me malentendáis, no me arrepiento. Solo me encojo de hombros. Tampoco pienso que mi futuro fuera a ser mucho más bello que este. Después de todo, soy la chica que nunca se reía, que se tapa la boca. La que al llorar, se echaba más pintura por encima. La que todo lo tira. La invisible. La que en cualquier lugar se caía dormida. La que ve belleza en los lugares más insospechados. La inocente tonta. La que se siente culpable de cualquier cosa. La que nunca aprendió a cuidar de sí misma, y enseguida se rompía. La fiel. La flor amarilla.


Así que este es mi lugar. Creciendo tras el mundo, guardándole la espalda, siempre detrás para contraponer, para sujetar. Lo único que recuerdo de llegar aquí fue la oscuridad. Era como caminar por un túnel, sin saber si hay salida, llena de miedos y arañazos, cuando todavía pensaba que podía recuperar mi piel . Sé que abrí unas puertas con toda la rabia que fui capaz de enfocar. Y ahora, cuando me siento sola, las rocas me abrazan. Yo no les digo que me hacen daño. No hay nada en mi cabeza. Solo paz. 


domingo, 16 de febrero de 2014

Cuaderno de 4º. Vol. II.

Esta es la segunda parte de mis anotaciones en el cuaderno de mi 4º año de instituto. Mis versos apenas lograban convencerse a sí mismos, eran pésimos, de verdad. Pero eran míos. Y las frases... bueno. Siempre hay que poder tener algo que decir, aunque luego prefieras permanecer en silencio.

"La luna te está mirando. Apagada la luz de tu habitación.
Solo tú y ella, cara a cara, para siempre dile adiós.
 Se nota que estás llorando, tus ojos están brillantes,
son relámpagos de hielo, para ti esterilizantes.
Tu cara podría ser perfectamente su cara, pálida, blanca, demacrada.
Iluminada tan solo por las farolas. Es de noche y no se nota, no hay estrellas,
no hay voces, ni un solo ruido que aceche tu calma desenfrenada.
La brisa que trae la luna mece tu pelo y tu falda, niña vestida de negro con corazón escarlata.
Nadie lo sabe, pero estás sola, viva por fuera, hueles el aire, respiras y suspiras suave,
cae una lágrima,solo una, pero te asustas y te retiras. Vuelves a la sombra de tu habitación,
escondida de la luz de la luna, que te busca, te roza con su aire, y te siente y se tranquiliza,
y con el roce te calmas, ambas volvéis a latir. Te acercas, mira tu lágrima.
No es translúcida, ni blanca. Es sólida, roja.
Tu mente sabe qué pasa, miras la luna. Te vigila, triste. Mi ángel,
te desangras viva- te dice. La observas asustada, con ojos desenfocados.
Tus manos escamadas, tu pelo suave. Das la espalda al satélite.
Su foto, su torso, su cara. Hoy has tomado la decisión de borrarla, o borrarte tú,
y está claro lo que harás. Vuelves a ver la luna, niega asustada, pero no has sido capaz.
Lo siento mi luna- respondes. Y lloras, lloras, y lloras. La luna queda horrorizada,
tu casa blanca manchada, tu ropa negra ensuciada, toda cubierta de sangre, para siempre ya marcada.
La luna te está mirando. Apagada la luz de tu habitación.
Solo tú y ella, cara a cara, para siempre dile adiós.
Muerta tú, fascinada ella, porque aunque no respiras, el viento aún siente el vibrar, el palpitar de tu corazón.
Piedra somos, y en piedra nos convertiremos.- Piensa, y te acaricia el pelo, pero no es de piedra, es de hielo".

"Los toneles vacíos son los que hacen más ruido". Proverbio israelí. 

"El hombre no puede saltar fuera de su sombra". Proverbio árabe.

"Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti". L. A. Séneca.

"Ni siquiera un dios puede transformas en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo" Buda.

"Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio" Proverbio hindú.

"La ignorancia afirma o niega rotundamente, la ciencia duda" Voltaire.

"Con uno solo de sus cabellos, una mujer puede atar un elefante" Proverbio japonés. 

"Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más". O. Wilde.

"El éxito consiste en obtener lo que se desea; la felicidad, en disfrutar lo que se obtiene". Ralph Waldo Emerson.

"Quien se empeñe en pegarle una pedrada a la luna no lo conseguirá, pero terminará sabiendo manejar la honda" Proverbio árabe.

"No hay camino para la paz, la paz es el camino" Mahatma Gandhi. 

"Si quisieras morirte, te matarías.
Si quisieras matarte, lo planearías.
Si se planeara, lo pensarías,
si lo pensaras, nunca lo harías".

"Los amigos de verdad son los que respetan tu silencio, y otorgan".

"Si los hombre no pueden vivir sin dioses, los dioses tampoco podrían manifestar sus poderes sin hombres" Proverbio chino.

"Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos" Confucio.

"El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras". Proverbio chino.

"No hables mal del puente hasta haber cruzado el río". Proverbio español.

"Qué inapropiado llamar Tierra a este planeta, cuando debería llamarse Océano". Arthur C. Clarke.

"Honraré la Navidad en mi corazón, y procuraré conservarla todo el año" Charles Dickens.

"Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad". Karl A. Menninger.

"Para tener más hay que desear menos" Anónimo.

"El dragón inmóvil en las aguas profundas se convierte en presa de los cangrejos". Proverbio chino.

"Eres el aliento de mi soledad, cada día que pasa te siento más lejos
y me endurezco al ver que no estas, hasta que nada pueda cortarme.
Hoy moriría en tu voz, imagen de la inspiración, 
no puedo aguantar la catarata interior, tortura incesante,
prefiero fallecer antes que soñar, no soporto vivir enferma.
Si estuvieras, busca. La eternidad me impide esperarte.
Con corona naciste, líder ideal, el reflejo del héroe, 
cuento sin final. Cuento sin final. Cuento sin final".

"Sin la amistad, el mundo es un desierto". Sir Francis Bacon.

"Los grandes ladrones van en carroza, y los pequeños están en prisión" Proverbio finlandés.

"Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa" Proverbio chino.

"La fortuna se cansa de llevar siempre a un mismo hombre sobre las espaldas" Baltasar Gracián. 

"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol" Martin Luther King.

"Eres belleza. Quien diga lo contrario,
miente. Mentir es pecado,
y yo en ti, soy muy creyente".

"Es inútil correr detrás de la felicidad, porque la felicidad siempre se encuentra detrás de nosotros" Proverbio de África.

"La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible, y aprender las lecciones de ambos mundos". Paulo Coelho.

"No apliques a la maldad, lo que simplemente explica la estupidez".

"Licencia, salvoconducto, 
de venas, saca, si mete, 
acero, vida, producto
novilunar de Albacete.
Naufraga el que comete
drama la prolongación
de este mortal espolón,
y al colmo de la reyerta,
si firma de acero, injerta
de colmillo el corazón". 
Navaja, Miguel Hernández.

"No es más grande quien ocupa más espacio sino quien al irse duele más".

sábado, 15 de febrero de 2014

Cuaderno de 4º.

Hoy encontré un cuaderno de mi cuarto año de instituto. Abrirlo me ha hecho ver los recuerdos que olvidé. Apuntaba cualquier cosa. Todo lo que era, está en él. Y de este pequeño libro he sacado estos extractos, estas sonrisas pasadas, que ahora, por desgracia, lo son todo de mí, pero para mí, no son nada.

"No hay lugar en la muerte para quien encuentra un sentido a la vida" Proverbio chino.

"No puedo rimar la rima si lo rimado es pecado,
nadie que rima escatima el precio de lo rimado".

"El dibujo es el camino pintado con un pincel en el cuadro de la vida".

"La escritura era en cuartilla lo mismo que ahora en papel,
siempre lleva la elegancia conservando su poder
para quitarte tristezas, para la mente absorber, 
y devolverte esperanzas solo con saber leer". 

"La lectura es una amiga muy fácil de comprender que quita el tiempo y la fecha y atrae el amanecer".

"He cometido el peor pecado que uno puede cometer, no he sido feliz" J. L. Borges

"El verdadero sabio es aquel que extrae sus conocimientos de todo el mundo" Proverbio iraní.

"Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanza de volver" Proverbio judío.

"Si tu espada es demasiado corta, adelántate un paso" Proverbio húngaro.

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" A. Einstein. 

"Vale más ser cobarde un minuto que muerto el resto de la vida" Proverbio irlandés. 

"Volver a leer un libro ya leído es como volver a encontrar a un viejo amigo" Proverbio de Manchuria. 

"Este amarillo ataúd en la basura metido,
con su relleno en tu panza, ya ha caído en el olvido.
La cáscara está tirada, en pudin se ha convertido,
antes colgada en la rama y ahora apestando a podrido. 
Nació junto a sus hermanos en un platanero altivo, 
que sabia siempre les dio, y donde no hacía frío. 
¿Qué tal te supo su fruto?¿tardaste mucho en abrirlo?
¿te fijaste en su mirada o en su corazón partido?
¡oh mi cáscara de plátano! ni te quiero, ni he querido 
que este fuera tu final, pero tu destino ha sido". 

"Vacío. Un espacio vacío. 
Un sentimiento que aflora.
Olvido.
El sentimiento que ha sido,
y lo que se ha sufrido.
Vacío. Un espacio vacío.
Olvido.
Y mucho frío.¡Qué frío!
¿Me congelo o es vacío?
Bitácora inacabada
y que nunca explica nada,
Vacío. Un espacio vacío.
Olvido.
Y mucho frío. ¡Qué frío!"

" Jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree conocer el camino" Proverbio chino.

"Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos" Nietzsche.

"Quien busca un hermano sin defectos, se quedará sin hermano". Proverbio de Arabia.

"La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis". Honoré de Balzac.

"Cuando te rías piensa si realmente el hecho tiene gracia o si tú eres el chiste"

"Hay mil formas de ver la vida y todas son tan distintas que la mitad no las vemos"

"El cariño solo debes dárselo a las personas que merezcan la pena, porque es una parte muy tonta de nosotros mismos, pero muy selecta".

"El inteligente nunca sabrá lo que es la ignorancia".

"Carta al corazón herido de blasfemia carcelaria,
encarcelado el olvido por la gente no olvidada.
Y más allá del castigo, donde yo espero tus cartas,
más allá queda el olvido, en su estela carcelaria.
¡Yo no quería blasfemia, su nombre solo, irritaba,
pues te hace cambiar de ideas, luego volver a pensarlas!
Mi corazón pequeñito, con sus pequeñas razones,
y las razones pensando ¿cuáles serán sus razones?
Persona medio serpiente, ya no pisas el anzuelo, 
Dios te castigó tres veces, y a su ser humano cero. 
Mas tu voz no es de serpiente, tampoco tu corazón, 
extranjera en cualquier patria tu parte mundana es, 
de donde las cartas vienen y a donde no han de volver".

"Quien no ha probado lo que es amargo, no puede apreciar lo dulce" Proverbio de Malasia.

"Un día escribí una carta para alguien especial, 
hecha a mano y con fragancia que le recordara al mar. 
Hablaba de un pueblecito al lado de la montaña, 
al que un día acudiría huyendo de nuestra patria. 
Viviría en una playa de sol y de arena blanca, 
hasta el arroyo se irían mis pies blancos a pescar.
Si un día el peligro iba a perturbar nuestra paz,
correría a la montaña que teníamos detrás. 
Pero nada ocurriría en retiro espiritual, 
que esperaba todo fuera mejor de lo que ya va.
Por ti daría la vida, la luz del mundo está en ti, 
por ti daría la vida si no te olvidas de mi". 

"Los libros han ganado más batallas que las armas" B. L. de Agensola.

"A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino que los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro". G. K. Chesterton.

"Respeta a tu único pariente que ha sobrevivido al mundo: la Tierra". Proverbio marroquí.

"Esperaba. Esperaba la llamada. Ya le habían avisado, sabía que no llegaría, pero, por si acaso, esperaba.
Esperaba la llamada a cualquier sitio, al teléfono, a la puerta de la entrada. 
Fuera donde fuera, ella, paciente, esperaba. A veces, solo a  veces, lloraba. ¿Cuánto durará su espera?
¿Cuánto dura una llamada? el amor es eterno, ella está desesperada. Solo con que algo le pase,
él vendrá a consolarla, pero su cuerpo está integro, solo es mente destrozada. 
La llama enferma mental por esperar su llamada, y creer que la llamará. Pueden pasar años- pensó. Nunca volverá a llamar. Pero su cuerpo está integro, así que ella va a esperar. Esperaba. 
Esperaba su llamada. Su corazón está enfermo- piensa el ángel de la guarda, ya sin apenas mirarla, con la cara desolada. Solo un milagro la salva- pensaba, mirando a un lado, la estrella que la observaba. Todos juntos la miraban, y todos juntos lloraban. Pero ella, sola, esperaba. 
Se marcaban sus ojeras y acentuaban sus heridas en forma de arrugas claras en su fina piel de escarcha. No lloraba, no reía, simplemente, esperaba. No esperes más, vive tu vida- su ángel le susurraba. Pero ella no escuchaba. El ángel miró sus ojos, buscando la luz de su alma, y horrorizado voló, lejos de la joven dama. 
No hay alma, no hay alma, su corazón se desangra- las estrellas comentaban. 
Todos los días igual, la misma monotonía, pero un día acabará, ese día será mía- esperanzado rezaba su atormentado ángel, según pasaban los días. Meses, años. Tras un lustro apagada, la chica se levantó, y se arrastró hasta la calle, sus ojos vieron la luz, la vida fluyó de nuevo, pero por muy poco tiempo. Cerró los ojos, cegada, caminó por el estiércol, y antes del cuarto paso, cayó muerta, muerta al suelo. 
Y desde allí lo esperaba. Esperaba su llamada. Esperaba. Esperaba la llamada, ya la habían avisado, y aún así, muerta, esperaba". 

"No puede impedirse el viento, pero pueden construirse molinos" Proverbio holandés. 

"La arena del desierto es para el viajero fatigado lo mismo que la conversación incesante para el amante del silencio" Proverbio persa.

"Un enemigo inteligente vale más que un amigo idiota". Proverbio africano. 

"El éxito siempre encuentra demasiados amigos" Proverbio griego.

"Las personas fuertes crean sus acontecimientos, las débiles sufren lo que les impone el destino". Alred de Vigny.

"El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada". J. W. Goethe.

"El bosque sería muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen" Rabindranath Tagore.

"La verdadera amistad no se hiela en el invierno" Proverbio alemán.



domingo, 2 de febrero de 2014

Neofelis nebulosa

Mira el cielo en su piel por última vez, ser humano.
Tápate con él del frío, no te protegerá del iceberg que tienes por corazón. Jamás podrá calentarte y traerte de nuevo a la vida lo que ahora es un triste reflejo del firmamento. Jamás podrás ser él. Tu piel siempre será débil, nunca dejarás de ser su carroña. 
Tú, humano, has arrancado el cielo para llevarlo siempre contigo, perdiste en el proceso tu alma y ahora no hay luz.















Extinto. 

miércoles, 22 de enero de 2014

Armonía

No pasaba el tiempo por ella.   
Cara redonda, ojos de cielo, 
paz infinita en pausados gestos,   
voz tenue y dulce, pelo castaño
que giraba en su cuello y caía  
en cascada de ondas claras, 
piel de papel desbordante de alma. 
Era blanca luz, ideal celta,   
griega armonía, flor de cerezo,
 naturaleza. 
Vi el mar de la calma tras sus pestañas,   
abanicos de aire formando olas,
corrientes, sueños que respiraba  
cada mortal que  buscaba el alba. 
Nuestra humanidad huía   
de su silenciosa presencia, 
perdimos de golpe la velocidad, 
 todo se detuvo ante su mirada,
llegó la esperanza a Nunca Jamás.  

martes, 14 de enero de 2014

Garcilaso

Dime quién te mató, Garcilaso. 
¿Quién te silenció por siempre, voz del amor desdichado?
¿Quién se cobró tu vida, pobre soldado?

Dime quién te mató, Garcilaso. 
¿Quién te sacó de la Tierra, te arrancó del sufrimiento, 
te hizo no ser olvidado?

Dime quien te mató, Garcilaso.
¿Quién te tumbó en la arena cual ser humano?
Tal vez ni se diera cuenta, y tal vez ni tú supieras 
qué es lo que estaba pasando.

Dime quién te mató, Garcilaso,
dónde el auténtico amor, cayó esperando.
¿Dónde están tus huesos, pobre soldado?
La voz del amor en la Tierra hemos enterrado.

Dime por quién morir, Garcilaso,
Por quién al perder las fuerzas, no dar la vuelta;
y sin ser correspondido, escribir mil letras. 
La voz del amor en la Tierra murió luchando. 
Dime quién te mató, Garcilaso. 

martes, 7 de enero de 2014

Lo lograrás.

Todo el mundo estaba arruinado, y nosotros sentados sobre las cenizas que terminaban de consumirse.
- Vamos a tener que reconstruirlo todo.- Dijo.
Sonreí y miré al horizonte, agotado, mientras la tarde terminaba de estrellarse contra aquel inmenso cementerio que era ahora nuestro mundo.
- Lo intentaré.
Mi voz sonó como una carcajada. Reconozco que no creía en nada, y me parecía una grandiosísima gilipollez volver a construir un solo edificio, teniendo en cuenta que podría caer con la misma sencillez que todos aquellos que constituían nuestra visión.
- Lo lograrás. - Me dijo, mirándome fijamente.
Sabía que me miraba fijamente, pero yo no dejaba de ver aquel desolador paisaje ante mí. No me atreví a girarme hacia ella. No podía, con los ojos llenos de lágrimas. Ella tenía esperanza. Tenía fuerza. Yo no tenía nada.