lunes, 18 de noviembre de 2013

Cuentos tristes para días desesperados


- ¿Por qué lloras, boba?
- No lloro. Nunca lloro.
- Tienes los ojos empañados en lágrimas.
- No. Es sangre.
- ¿Sangre sin color?
- No me gusta el rojo. Odio que se me vea sufrir.
- Ya, claro... no llores.
- No lloro. A mi no me afecta nada.
- ¿Qué te ha pasado? ¿se te ha muerto un ser querido?
- No. Yo no tengo de eso.
- ¿Entonces por qué lloras?
- ¡Qué no lloro!
- Vale. ¿Por qué sangras?
- Porque me he vuelto a hacer sangre. Soy torpe. Muy torpe.


No hay comentarios:

Publicar un comentario