martes, 12 de noviembre de 2013

Último aliento

Vas a odiarme, lo sé, y cuanto antes mejor, pues te prometí volver y me debo desdecir
con dolor, desde el dolor.
Si muero hoy,  o mañana, sé feliz como hasta ahora, pues yo estoy a tu lado sin estar contigo,
 e igual te querré muerto como estando vivo.
No, no estés triste ni me llores, no te arrepientas de nada,
pues conservar yo mi vida cuando es más tuya que mía solo depende ti,
 y no de nuestro enemigo. 
No creas con esta despedida que a ti es a quien despido, me despido de la angustia del destino,
me despido del recuerdo, a ti todo te lo entrego: mi alma, mi cariño, mi aliento mientras respiro.
Jamás estarás sola si me necesitas, a mi el necesitarte me mantiene vivo,
y las lágrimas y sangre con las que te escribo, por siempre serán tuyas, como yo,
y no del enemigo.
Solo espero que me olvides pronto para no sentir mi ausencia.
Si no, sin cuerpo me llevarás en tu esperanza, como yo llevo en mi mente tu presencia.

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